El trabajo de Andrea Echeverri no se puede clasificar porque tiene dentro de sí mismo un acto de libertad. Dentro del mundo Pop se encuentra ese clima popular de su música que es su resonancia magnética, cerca de las historias comunes, las imágenes son símbolos de las creencias, se refiere a las costumbres populares que reivindica, siempre atenta a la realidad donde la violencia es una emergencia y los valores de la mujer la prioridad. Sus dos mundos de expresión se unen en sus causas comunes. Decir es mejor que callar, para ella es mejor crear que mantenerse al margen de situaciones.
Rock, pop, folk es esta exposición que se titula Ruiseñora, fuego y canto, que es también su último álbum musical solista (2012), donde ella se comprometio con la escritura, la composición y la producción del disco. Ruiseñora es un pájaro y una persona, es el mantra de la paz, es una propuesta donde la mujer no es la dependiente sino que tiene su mundo propio. Alimenta tu mente no seas dependiente, mírate a tí misma y siente orgullo de ser. Defiende lo tuyo que todo es de Igual a Igual.
El trabajo en cerámica con torno fue amor a primera vista que encontró en unos salones poco usados en la Universidad de los Andes. Le interesa una estética que se aparte de lo convencional y donde la humildad tenga protagonismo propio. Andrea Echeverri se acostumbró a la vida desde la comodidad de lo simple como principio básico del ser inconforme. Su trabajo comenzó con la idea de representar la apariencia de la mujer gorda y sus llantas de carne – imagen que conoció en los medios de comunicación escritos en donde, para vender de manera grotesca, se exalta la gordura con las posibilidades comerciales de convertirnos en chica Barbie. Todas esas muñecas con labios carnosos, todas esas narices empinadas, los ojos sin expresión con busto acomodado, cintura de abeja y nalgas de melón comenzaron siendo el primer tema de su trabajo dentro del movimiento Neo Pop, en donde lo figurativo ha sido el lenguaje del objeto ritual de lo habitual.
La cerámica tiene la connotación especial, es una única pieza hecha a mano que va en contra de los principios de la sociedad de consumo. Como muchas de las actitudes en la vida de la artista, tiene y lleva implícita la intención de resistencia. Sus principales referencias son la obra de Beatriz Gonzales que la cautivó en una retrospectiva en el Museo de Arte Moderno de Bogotá hace ya algunos años, por la importancia del arte-objeto y sus temas político-sociales. Sigue de cerca las obras de los antihéroes de Álvaro Barrios y de los caminos simbólicos de las imágenes religiosas de Juan Camilo Uribe. Obviamente, siempre estuvo atenta a la rebelión del Pop norteamericano: Andy Warhol y su propuesta contra la sociedad de consumo o el simbolismo de Robert Indiana. Le impresionaron personajes como José Gregorio Hernández de una novela que escuchaba en la radio que se llamaba El Indio Amazónico y se interesó por la infinidad de temas que se refieren al género femenino.
En su trabajo, utilizar moldes que repitan la imagen inicial es una manera de buscarle una coherencia a su figuración lúdica e incondicionalmente irónica de la muñeca como objeto que es el sinónimo de falsa interpretación alienada del rol de la mujer. Después viene un interesante dibujo ingenuo que ha logrado concretar en su lenguaje plástico con los esmaltes cerámicos.
Por otro lado, viene su música como resonancia magnética en la cerámica. Los videos de su música muestran esta coherente relación interna de sus convicciones.
En las canciones que ella compone, la mujer tiene el protagonismo y el machismo su respectivo lugar antagónico, donde importa la fuerza y el respeto por lo natural, lo ecológico y lo étnico; donde las situaciones de violencia son imperdonables. Se trata de una intrépida revuelta para salvar almas de un vacío histórico que busca preservar el mundo interior, defender el espacio psíquico y proponer una estética que consigue un aspecto fundamental del concepto de lo bello en una modernidad del caos, que mezcla al romance del príncipe azul con la Cenicienta, Blanca nieves, la Bella durmiente y Florence Thomas.
Como bien lo dice Julia Kristeva: la literatura y el arte en general, son los lugares más privilegiados de apoyo a la cultura crítica, al rescate de su influencia en vías de extinción, amenazada como lo está la cultura de la información consensual. Es importante la experiencia estética que tiene el mundo que se revela a las convenciones, que se corre la cortina de la indigna alienación donde el amor es un arma para salvarse a sí mismo, y la religión una manera de perderse.
Por: Ana María Escallón.
GRANDEMENTE Y CON UNA AGRADABLE SORPRESA ESTOY CONOCIENDO A LA MUJER QUE POR MEDIO DE LAS ARTES HACE UNA GRAN DIFERENCIA Y UNA VERDADERA IMAGEN REAL DE COLOMBIA 🇨🇴 Y NO LO QUE SE DIZFRAZA EN LOS MEDIOS CONVENCIONALES 😍😀😃👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻 🎂♥️🎂
Andrea simplemente es ¡FANTÁSTICA!